Programa 12 Enero-Junio 2024

Mayo

Juan Felipe Molano Director huésped

Fecha Viernes 24 - 08:00 p.m. Domingo 26 - 12:00 p.m.

LugarPalacio de la Música

Sinopsis

La OSY convertirá su duodécimo programa en una alegoría de los sentidos, ya que incluirá obras de celebración, de ambientes de alegría como Fiesta del peruano Jimmmy López, el poema musical evocador de Don Juan, el típico conquistador con la música de las mascaradas de Strauss y las Danzas Sinfónicas de Rajmaninov.

 Graduado con honores del Conservatorio de Viena, Juan Felipe Molano fue nombrado en 2014 mediante concurso director de las Orquestas Juveniles de Los Ángeles. Entre 2004 y 2008 impulsó a la OSY con un ecléctico repertorio sinfónico y producción de óperas como Madame Butterfly, Bastian y Bastiana, Elixir de amor y Rigoletto.

“Fiesta”, una de las obras más famosas del compositor peruano Jimmy López (1978), ha registrado interpretaciones en todo el mundo, producto de su “brillante dominio de los timbres y las texturas orquestales” (Dallas Morning News) y de “un virtuoso dominio de la orquesta moderna” (The New Yorker).

El compositor Javier Jimmy López Bellido estudió en el Conservatorio de Lima, obtuvo la maestría en la Academia Sibelius de Helsinki y su doctorado en la U. de California-Berkeley. Sus obras han sido tocadas en Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Letonia, Lituania, Holanda, Noruega, Perú, Taiwán y EU.

Estrenado de manera exitosa con la orquesta de la Corte de Weimar el 11 de noviembre de 1889, el Poema Sinfónico Don Juan reveló en Richard Strauss los rasgos de su estilo, como el ímpetu extraordinario de sus temas melódicos, la intensidad de la expresión armónica y el uso magistral del color orquestal.

Las aventuras amorosas de este legendario libertino hispano (a quien encontramos por vez primera en un drama de Tirso de Molina, El burlador de Sevilla, año 1630), siguieron fascinando a dramaturgos y compositores en los tres siglos siguientes: de Molière a Shaw, de Mozart a Byron e incluso al propio Richard Strauss.

Rajmáninov, quien abandonó su natal Rusia en 1917 por la Revolución Bolchevique, terminó a fines de 1940 en Nueva York las Danzas sinfónicas con los movimientos titulados “Mediodía”, “Atardecer” y “Medianoche”, mismas que fueron estrenadas por la Orquesta de Filadelfia, al que están dedicadas las obras, el 3 de enero de 1941.

Las Danzas combinan ritmos enérgicos, que recuerdan a La consagración de la primavera de Stravinsky, y algunas de las melodías más exuberantes del compositor. La vivacidad rítmica, una característica del estilo tardío del Rajmáninov, prevalece en esta composición, la última del autor antes de morir en 1943.

Tchaikovsky y Rimsky-Korsakov me han influido mucho, pero nunca, que yo sepa, he imitado a nadie. Lo que intento al escribir mi música es que diga de forma sencilla y directa lo que hay en mi corazón cuando compongo. Si ahí hay amor, o amargura, o tristeza, o religión, esos estados de ánimo pasan a formar parte de mi música, y ésta se vuelve bella o amarga o triste o religiosa”: Rachmaninov.