Programa 15 Enero-Junio 2024

Junio

José AreánDirector Artístico

Fecha Viernes 21 - 08:00 p.m. Domingo 23 - 12:00 p.m.

LugarPalacio de la Música

Sinopsis

En ocasión del bicentenario del estreno de la Sinfonía No. 9 “Coral” en re menor, op. 125, ocurrido en Viena el 7 de mayo de 1824, la OSY y el Taller de Ópera de Yucatán interpretarán la magna obra como homenaje al compositor Ludwig van Beethoven, lo que marcará el corolario – con letras doradas- de esta temporada.

La Unión Europea adoptó en 1985 la versión de la Novena Sinfonía de Herbert von Karajan como el Himno de Europa y en el 2001, el manuscrito original de la partitura de la sinfonía, conservado en la Biblioteca Estatal de Berlín, se inscribió en el Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO, por lo que forma parte de la herencia espiritual y del patrimonio cultural de la humanidad.

La Novena fue la primera sinfonía en la historia de la música que incluyó partes vocales. En el cuarto movimiento, en el final, incluye cuatro solistas vocales y un coro que interpretan la “Oda a la alegría”, cuyo texto fue adaptado de “An die Freude”, poema escrito por Friedrich Schiller en 1785 y revisado en 1803 por Beethoven.

Un clamor de alegría hace vibrar al coro, cuando el barítono inicia el canto de la famosa Oda a la alegría de Schiller, preparando la intervención del cuarteto solista, primero, y de todo el coro después. La sencilla canción del comienzo va creciendo en valores e intensidad hasta convertirse en un himno grandioso, de indecible empuje.

“Amigos, abandonad esos acordes/ y entonemos cánticos/ más alegres y lisonjeros. ¡Alegría! ¡El más bello fulgor divino, hija del Eliseo! Ebrios de tu fuego penetramos, ¿oh celestial!, en tu santuario. Tu mágico poder une de nuevo a los que el mundo cruel separó. Todos los hombres serán hermanos allí donde se abate su vuelo suave”. (primeras estrofas de Oda a la Alegría).

El público recibió al compositor con el mayor respeto y simpatía, escuchó sus creaciones con la más absorta atención y prorrumpió en jubilosos aplausos, a menudo durante las secciones, y repetidamente al final de las mismas​. Al final, le aclamó de pie cinco veces; hubo pañuelos en el aire, sombreros y manos levantadas, de modo que Beethoven, aunque sordo, pudo cuando menos ver las ovaciones” (crónicas de la época).

“Lo que fue la última aparición pública de Beethoven, fue también el nacimiento de una leyenda: el hombre que cambió la historia de la música había quedado sordo, y estando sordo —esto sí que fue un acto de genialidad—, escribió la Novena sinfonía que constituyó, sin ninguna reserva, una auténtica revolución musical”: Andrea Imaginario, especialista.

Beethoven estuvo comprometido con los ideales de igualdad, libertad y fraternidad, muy por encima de la deidificación de los individuos. Por ello, esta obra, su última sinfonía, alcanza la cima con la glorificación de la Oda a la alegría de Schiller.