Sinopsis

La OSY cuenta con músicos de calidad como concertistas o solistas. En este octavo programa ofrecerá un repertorio novedoso a cargo de ejecutantes de alientos maderas y metales para la presentación de una obra del revolucionario Stravinsky, cuatro cornistas para un tema de Hübler y una reducida orquesta para una excepcional partitura de Schubert.

La inusual partitura del Octeto, que combina 4 instrumentos de viento-madera y 4 de metal (flauta, clarinete, dos fagotes, trompeta en do, trompeta en la, trombón tenor y trombón bajo) fue estrenada por el propio Stravinsky el 18 de octubre de 1923 en la Ópera de París. El resultado fue una obra basada en formas tradicionales, llena de vivaz ingenio y elegante contrapunto.

Tal como ocurrió con otras creaciones suyas, con las cuales rompió esquemas y convenciones en la música, Stravinsky decepcionó con el Octeto de estilo neoclásico a sus contemporáneos y críticos, ya que la obra fue recibida con un escandaloso silencio. Sin embargo, el tiempo la dio la razón al compositor.

El alemán Carl Heinrich Hübler participó en 1849 en una interpretación privada en Dresde del Konzertstück de Robert Schumann para cuatro trompas y orquesta con la asistencia del propio compositor. El acontecimiento inspiró a Hübler a componer su propio Konzertstück para cuatro trompas y orquesta entre 1854 y 1856.

 Los ejecutantes del corno francés, Juan José Pastor, Davide Fanchin, Edith Gruber y Daniel Espinosa, todos ellos maestros y atrilistas de la OSY, unen sus talentos para interpretar este singular cuarteto para cornistas de Hübler en sus tres tiempos contrastantes: allegro maestoso, andante y vivace.

 El tema central del Cuarteto para cuerda No. 14 en re menor más conocido como La muerte y la doncella de Schubert es el de una joven moribunda cuyas reacciones ante la inminencia de su fin, de la muerte, componen el segundo movimiento y da nombre a toda la pieza.

Estrenado en Viena el 1 de febrero de 1828, pocos meses antes de la muerte de Schubert, el cuarteto se convirtió en una versión para orquesta de cuerdas gracias al compositor Gustav Mahler, quien respetó la estructura de la composición, por lo que no hubo añadidura, variación o modificación, misma que la OSY presentará en sus conciertos.